Cuando nació mi hijo y hasta ahora he tenido bastante resistencia a ponerle colonia. A pesar de que me regalaron, me pareció que no le haría ningún bien respirar esos vapores. Instintivamente el tema "me olía mal" y no sabía muy bien por qué. Ahora descubro que hay más.
La semana pasada comenzamos Lorena y yo una formación para
ser asesoras de porteo con Trini Martín, todo un lujo.
Salió el tema de perfumar a los bebés y se expusieron varias
experiencias interesantes que merece la pena compartir aquí.
Nos comentó Trini que el único, de los cinco sentidos, que
está plenamente desarrollado a la hora del nacimiento es el olfato. De hecho a las
embarazadas se nos agudiza el olfato para proteger a la criatura que estamos
gestando porque las sustancias que olemos permanecen en el líquido
admiótico durante 20 minutos y el bebé las ingiere cuando bebe. Por eso nos
dan náuseas los olores fuertes y tóxicos.
Es sabido también que el uso de colonias y perfumes
interfiere en la lactancia. El bebé reconoce a su madre por el olor, está
programado instintivamente para seguir el rastro de la leche humana. De esa
manera busca el pecho.
Se habló también de que en los Hospitales se comenta que las
Gitanas nunca tienen problemas de establecimiento de lactancia porque no se
duchan tan rápidamente después del parto. (No sé si es verdad y lo digo desde
el respeto que no se ofenda nadie, reconozco que habrá gitanas de todo tipo).
Se comentaron varias experiencias. Por ejemplo que el primer
día de vida de bebé, lo cogió una familiar en brazos y por el contacto lo impregno del perfume de mujer que llevaba. En ese momento recién parida le dio muchísima rabia y
enfado. Supuso, para ella, un fuerte impacto emocional coger de nuevo a su hija y reconocer que ya no olía a líquido admiótico. Lo que me indica que forma parte del instinto de protección materno
protegerlos de los olores fuertes y químicos (aunque supuestamente huelan
bien).
Otra contó que después de llevar su hijo varios días en la
incubadora, cambio de hospital y en el nuevo le pusieron colonia. Ella no se dio cuenta,
únicamente sintió un rechazo grandísimo hacia él, como si no fuera su cría, sintió como que ya no lo quería.
Lo más importante para el bienestar y la supervivencia de un
bebé humano es establecer un vínculo fuerte con su madre. Intuyo que el olor del bebé juega un papel importante en el
establecimiento de ese lazo de entendimiento mamá-bebé.
Si el vínculo no es sólido es mucho más fácil dejar llorar
en otra habitación, dejarlo en guardería a edad temprana o no respetar sus
necesidades de movimiento, alimenticias…
Con lo bien que huelen los bebés por sí mismos!!!
Aquí dejo un link del parto es nuestro sobre el tema
Aquí dejo un link del parto es nuestro sobre el tema
Laura Martínez Hortal (CIRCULOS MATERNALES ON-LINE)