¿Alguna vez has llorado de una forma tan profunda que cuándo has
acabado te has sentido como nueva y ya ni siquiera recordabas por lo que
llorabas?
Bueno, pues eso es lo que hacen a menudo
los niños. Viven su emoción hasta el final y después están limpios y con los
ojos brillantes.
¿Tan difícil nos resulta escuchar a alguien
llorar?
Cuando alguien ríe a carcajadas
nadie intenta calmarlo como sea diciéndole: No es nada, tranquilízate, ya se pasó...
¿Por qué lo hacemos con el llanto?
Claro que hay muchos tipos de llantos....El llanto del bebé pequeño casi siempre está expresando una necesidad que la madre debe inmediatamente atender: hambre, sueño, molestias...Pero también ocurre en los bebés pequeños que hemos comprobado todo: puesto termómetro, mirado pañal, ofrecido alimento, brazos, paseo, canciones y el llanto sigue...
Bueno es el llanto de desahogo y solo
nos queda una cosa por hacer: Comprender que necesita llorar y
acompañarlo y abrazarlo hasta que haya vaciado toda su tensión.
¿Qué pasa cuando los bebés crecen? la
cosa se complica porque hay que añadir más tipos de llantos como por ejemplo el
llanto manipulativo (Si, este también existe).
¿Cómo los distinguimos? Hay que afinar
el oído... El llanto para manipular es una especie de lamento o queja y no sale
de las entrañas, más bien del coco...Lloro para conseguir un helado, para que
no me suspendan, para que no me deje mi novio...Aconsejo no acceder a este tipo
de chantajes, sea en adultos o en niños y así no fomentaremos el uso de estas
estrategias ni roles victimistas y daremos quizá la oportunidad de que
aparezca el verdadero llanto de desahogo si es que había algún dolor por ahí
queriendo salir.
La cosa es que para que sea curativo hay
que llorar de verdad, desde el fondo. A veces quizá un niño se cae y no se ha
hecho realmente gran cosa o empieza llorando porque quiere un juguete
pero poco a poco el llanto se convierte en algo mas grande, como si le doliera
muchísimo.
El cuerpo es muy sabio, aprovecha el
arranque del llanto para llorar lo que se quedó pendiente la última vez. Si lo
cortamos antes de que acabe la próxima vez tendrá que llorar todavía más tiempo
y así hasta que pasan los años y ya no te vale con llorar tienes que hacer
psicoanálisis, constelaciones, acupuntura y descodificación...
Entonces, una vez que has identificado
cuando una persona está realmente desahogando, expresando un dolor de forma
sana, limpiando su organismo. ¿Cómo lo sostenemos? Cómo hacemos para no sentir
esa necesidad de calmar al otro sea como sea, usando palabras de ánimo,
distrayendo, dando comida, chupete, poniendo una peli, haciendo un show....
Pues para lograr acompañar a alguien que
llora tenemos que haber logrado también nosotras permitirnos el
llanto....si tenemos una bola de llantos entre el pecho y el estómago, el
llanto de nuestro hijo nos mueve la bola y esto es incómodo, incluso puede
llegar a ser insoportable...Si nosotras nos vamos dando espacios para ir
disolviendo esa bola, esa tensión....lograremos poder acompañar a otro ser
humano que llora con otra calma y amor.
En general, todo lo doloroso lo vivimos como algo desagradable y que hay que evitar. Somos una sociedad muy infantil, queremos vivir siempre en el placer, ser siempre jóvenes y sonrientes, igual que los anuncios de la tele.
La vida es de otra forma, para reír un
día tienes que llorar otro, para vivir hay que morir, para sanarse hay que
enfermar...es así, no sé quien lo invento pero así es...así que aceptemos las
leyes de este universo y dancemos con ellas...
Deseo que lloréis a gusto y dejéis
también hacerlo a vuestros hijos, la risa vendrá después con más ganas...
Rocío Araya.
Rocío Araya.
Llevaba días dándole vueltas al tema. Me has ayudado mucho a ver con claridad la cuestión del llanto propio, el ajeno, el primigenio. Gracias
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