Cuando un bebé llega a nuestra vida,algunas de nosotras podemos sentir que no sabemos como comunicarnos con este ser que además de no hablar,apenas puede mover con autonomía su pequeño cuerpecito.
Algunas de nosotras podemos sentirnos como lanzadas al abismo y por eso pronto buscamos juegos, juguetes, palabras,algunas aprovechan para enseñarles idiomas....he oído que incluso se han inventado películas específicas para el bebé...
En el fondo lo que nos ocurre es que hemos olvidado el lenguaje del alma.
El lenguaje del alma esta mas cerca del cuerpo, y nos permite hablar sin palabras.
Cómo es lógico es este lenguaje el más cercano al bebé que si bien no entiende con la razón nuestros discursos puede sentir nuestro ritmo cardiaco, nuestros movimientos, nuestros gestos, nuestro calor, la intensidad de la voz y también nuestra alegría , nuestro entusiasmos o nuestro nerviosismo, nuestro estrés así como también puede sentir la energía que desprenden nuestras manos,nuestro corazón y en fín puede sentir nuestra propia alma.
Pero, ¿estamos preparadas para comunicar de alma a alma?
En un contexto donde todo es explicado con palabras donde ya de niña tuvimos que asentarnos en la mente para no sentir el dolor puede ser dificil volver al cuerpo, al sentir y al silencio.
Por eso, el contacto con nuestro bebé recién nacido nos brinda una hermosa oportunidad de recordar cuál es ese otro lenguaje.Tan solo hay que atreverse a sentir, abandonarse a ese no hacer nada, a ese estar simplemente juntos, sin pretender nada mas que acompañarnos, amarnos.
Cuando se logra, es mágico.
Rocio.
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